El autor analiza lo que él llama 'la modernidad' y sus peligros. Cuando se refiere a la modernidad piensa en un conjunto de tendencias contemporáneas unido al fuerte énfasis en lo cuantitativo, el marketing, la tecnología, como instrumentos de una sociedad fuertemente consumista. Analiza cómo estas tendencias se extienden en la sociedad y la iglesia. El ejemplo por excelencia de este matrimonio entre 'modernidad e iglesia' lo situa en el movimiento del iglecrecimiento y las megaiglesias. Su visión es crítica, pero constructiva; conduciéndonos a la reflexión.