A Jesús le gustaba mucho más plantear preguntas que dar respuestas. Y el hecho de que los evangelios sean más numerosas las preguntas que él plantea que las que otro le dirigen es un claro testimonio de ello. A partir de esta constatación, hace algunos años, Ludwig Monti empezó a interesarse por las preguntas de Jesús, y a reunirlas en un listado subdividido por testimonios evangélicos y por destinatarios. De ahí nació este libro, un libro lleno de sorpresas y curiosidades, y cuya edición original italiana ha tenido ya varias reimpresiones. Por ejemplo, a veces se piensa que Jesús formuló solo unas pocas preguntas en los evangelios, cuando en realidad son más de 200. Del mismo modo, se considera que sus preguntas a menudo son solo retóricas y, sin embargo, las cuestiones planteadas por Jesús son de gran interés para los hombres y las mujeres de hoy. En efecto, los temas afrontados por Jesús en sus preguntas ofrecen todo un "mapa" de la vida humana, si no exacto, en cualquier caso, riquísimo, extenso y lleno de matices.